Un pescado entero debe estar limpio: con ayuda de unas tejeras, se cortan las aletas laterales, la ventraal y la dorsal; luego, se descama con un cuchillo. Posteriormente, hay que vaciarlo, realizando una incisión de algunos centimetros en el vientre, partiendo de la base de la cabeza se retiran las vísceras y se lava la cavidad central.