Engrase ligermente tres moldes de 18 cm de diámetro.
Tamice la harina, la levadura y el cacao en polvo en un bol grande. Añada el azúcar. Haga un hoyo en el centro e incorpore los huevos, la melaza, el aceite y la leche. Bata con una cuchara de madera para mezclarlo todo bien, hasta obtener una pasta suave. Reparta la pasta entre los moldes preparados.
Cueza los bizcochos en el horno precalentado a 180ºC durante 35-40 minutos, o hasta que estén esponjosos al tacto. Deje que se entibien 5 minutos en el molde y después colóquelos sobre una rejilla metálica para que se acaben de enfriar.
Disuelva el café instantáneo en el agua hirviendo, póngalo en un bol y mézclelo con la nata y el azúcar glass. Bátalo hasta que la nata se endurezca un poco. Utilice la mitad de la crema para unir los tres bizcochos, formando capas. Extienda el resto de la crema sobre la superficie y los bordes. Adhiera las virutas alrededor del pastel, presionando ligeramente.
Coloque el pastel en una fuente, y adorne la parte superior con canutillos de chocolate. Disponga unas tiras finas de papel vegetal por encima. Espolvoree con el azúcar glass y, con cuidado, retire el papel.